Vampy Party

Vampy Party: Resumen de la tragamonedas

Si fueras inmortal, es decir, si no pudieras enfermar ni morir, seguramente, eventualmente, caerías en un aburrimiento total después de haber hecho y visto absolutamente todo lo que el mundo tiene para ofrecer. Se supone que esta es una de las desventajas de ser vampiro, bueno, eso y la necesidad de asesinar a los vivos para beber su sangre. Una forma en que un vampiro podría evitar el aburrimiento es organizar una gran fiesta para todos sus amigos. Incluso si el vampiro en cuestión no termina pasándola bien, al menos puede arrastrar a los demás a su nivel de desesperación catatónica. Oh, qué alegría.

Para ser honestos, la tragamonedas Vampy Party de Pragmatic Play parece ser algo divertida. Vampy y su amigo murciélago están celebrando en un castillo, decorado con luces intermitentes y música animada. El momento en la historia del juego parece estar antes de que comiencen las celebraciones o después de que terminen, ya que la habitación gótica de piedra que alberga la acción está completamente vacía de personas, murciélagos y cualquiera que haya invitado Vampy. Sin embargo, esto no ha destruido completamente el ambiente festivo, en gran parte gracias a la sexy melodía de saxofón funk y la espuma.

En el centro de la sala, se encuentra una cuadrícula de juego 3-4-5-5-4-3 con 3,600 formas de ganar. Por encima de ella, se muestra una pista de multiplicadores, que muestra sus valores mínimo y máximo desde el principio. Se ofrece una amplia gama de apuestas, que van desde 0.20 € hasta un máximo de 240 €. Activar la apuesta extra aumenta la apuesta en un 40% más para tener el doble de posibilidades de activar los giros gratis. Con un RTP máximo de 96%, Vampy Party es una tragamonedas de alta volatilidad.

Ocho símbolos de pago, divididos entre 4 cartas reales de J-A y símbolos premium, aparecen en los carretes. Las combinaciones de 6 símbolos iguales de cartas reales valen entre 0.25 y 0.6 veces la apuesta, mientras que una combinación de 6 copas con líquido rojo sospechoso, discos, murciélagos o vampiros paga entre 1 y 2.5 veces la apuesta. Los símbolos comodín reemplazan cualquier símbolo de pago. La función de “caída” se encarga de eliminar los símbolos ganadores de la pantalla y hacer caer otros para rellenar los espacios. Las caídas continúan de esta manera hasta que no aparezca una nueva ganancia.

Vampy Party: Características de la tragamonedas

La alineación de Vampy Party incluye una función de caída, símbolos destacados, multiplicadores de caída, giros gratis y compra de características.

Símbolos destacados

De manera aleatoria, en cualquier giro, pueden aparecer símbolos de pago regulares destacados en posiciones aleatorias de los carretes 3 y 4. Cuando las combinaciones ganadoras incluyen estos símbolos destacados, se transforman en comodines para la siguiente caída.

Multiplicadores de caída

En el juego principal, se usa un multiplicador de ganancia que comienza en x1. Después de cada caída ganadora, el multiplicador se duplica hasta un máximo de x1,024. El multiplicador se restablece al final de las caídas.

Giros gratis

Al obtener 3, 4, 5 o 6 símbolos scatter, se activan 12 giros gratis con un multiplicador inicial de x8, x16, x32 o x64, respectivamente. Antes de que comience la función, es posible apostar para duplicar el multiplicador inicial o recoger el valor. Las apuestas se realizan en una rueda segmentada. Si la apuesta tiene éxito, el multiplicador puede duplicarse hasta x256. Las apuestas fallidas terminan la ronda de bonificación por completo.

Durante los giros gratis, todas las ganancias se multiplican por el multiplicador inicial, que se duplica en las caídas posteriores hasta x1,024. El multiplicador se restablece a su valor inicial entre los giros gratis. Si se obtiene 3, 4, 5 o 6 símbolos scatter, el contador de giros se restablece a 12 y se actualiza el multiplicador inicial multiplicándolo por x2, x4, x8 o x16, respectivamente, hasta x1,024.

Compra de características

Es posible comprar giros gratis por 78 veces la apuesta para activar 3 símbolos scatter, 150x para 4 símbolos scatter, 288x para 5 símbolos scatter o 128x para 3, 4, 5 o 6 scatters.

Vampy Party: Veredicto de la tragamonedas

Si alguna vez has tenido una noche sin fin que se extiende hasta el día siguiente, es probable que estés familiarizado con la sensación de miedo provocada por la luz del sol y el canto de los pájaros. Piensa entonces en los vampiros, que se debilitan, algunos dicen que mueren, en la misma situación. Vampy Party no organizó una fiesta que provocara excesos nocturnos, pero fue divertida mientras duró. Parte de su éxito debe atribuirse al multiplicador que se duplica, que funciona de manera similar al mecanismo DoubleMax de Yggdrasil Gaming, como se presentó de manera espectacular en Raptor DoubleMax. Los dos sistemas no son exactamente iguales, pero son bastante parecidos.

Lo que los diferencia es que en Vampy Party, un símbolo comodín no está garantizado que se coloque en uno de los espacios vacíos de los símbolos ganadores eliminados. Además, el multiplicador en Vampy Party tiene un límite relativamente bajo. Bueno, x1,024 no es bajo, pero en comparación con DoubleMax, es una limitación rígida. Los fanáticos de DoubleMax podrían mirar con desdén a Vampy Party, no solo porque esta es una especie de copia, sino también porque el multiplicador se restablece durante los giros gratis en lugar de persistir hasta alcanzar niveles astronómicos. Por ejemplo, en Barbarossa Revenge, el multiplicador puede llegar a los miles. Lo que limita a Vampy Party es que cuando el multiplicador crece durante los giros gratis, no se mantiene en el nivel más alto, sino que vuelve a su valor inicial, el cual no puede aumentarse una vez que comienza la ronda de bonificación. Al comparar ambos sistemas y considerando el límite de ganancias de 5,000 veces la apuesta, Vampy Party parece salir como la opción más floja de las dos.

Es cierto que Vampy Party resultó ser bastante entretenida a pesar de sus limitaciones comparativas. Y sin embargo, da la sensación de que estamos siendo un poco educados, como si nos presentáramos solo para saludar en la pequeña reunión de un conocido por un sentido de obligación social, mientras sabemos que en la casa de nuestro mejor amigo al otro lado de la ciudad está ocurriendo una gran fiesta bacanal.